Resulta que una noche nos juntamos en casa de un amigo, ("El Cucho", ahora futuro socio en este emprendimiento) y como siempre, luego de resolver el mundo y discutir desde el estado del clima hasta el curso de la economía global, caímos en el tema...
-Cómo hacemos plata?
Ja, siempre surge lo mismo...
Y entre sugerencias amplias, vender cosas, hacer 2 millones de cliks en internet, contrabandear mercadería de dudosa procedencia y otras cuestiones no menos ilegales, Rafael, otro amigo, comenta que una vez había pensado con el hermano en cultivar hongos comestibles. Particularmente "Hitachi", como le llamó erroneamente él en ese momento a los Shiitakes.
Confieso que la idea no me llamó demasiado la atención en ese momento, hasta ahí el único Hitachi que conocía era la marca de un radio grabador que había en casa hace muchos años.
Así que me quedé con eso en la cabeza, mi duda era que me parecía demasiado raro que una especie de hongo se llamara igual que el grabador del abuelo.
Haciendo caso a mis impulsos de curiosidad, googlié el término: "hongos hitachi"
Claro que la búsqueda no fue exitosa, entré a todas las páginas donde aparecían hongos, y por ahí a las cansadas, veo el nombre "Shiitake mushroom", esto mismo! Ese era el término correcto.
Así que ahora con el nombre adecuado, seguí buscando información sobre el desconocido en cuestión.
Creo que una de las cosas que mas me impulsó a seguir investigando y averiguando fueron las bondades del alimento.
Así, mas o menos, es que surge la idea, la idea lleva a la acción y la acción a los resultados. Por ahora estamos en la previa a los resultados, pero ya veremos como sigue ésto...
